Interés generado por la «desalinización»

El término «desalinización» me llamó la atención cuando traduje documentos relacionados con la minería en Sudamérica.

Lo primero que hice fue investigar la «desalinización» en Japón.

Japón es rico en recursos hídricos y muchos ciudadanos tienden a pensar que el agua está disponible gratuitamente.

Sin embargo, tras una investigación, descubrí que la ciudad de Fukuoka, en Kyushu, tiene la mayor planta desalinizadora de agua de mar del país.

La ciudad de Fukuoka es la única ciudad designada por ordenanza que no tiene un río de primera clase (un río designado por el Ministro de Tierra, Infraestructura y Transporte como un sistema hídrico especialmente importante desde la perspectiva de la conservación de la tierra o la economía nacional) dentro de sus límites urbanos, y ha sufrido varias sequías importantes en el pasado.

De hecho, hace más de 100 años que la ciudad empezó a enfrentarse a los problemas de una población cada vez mayor y unos recursos hídricos escasos.

Por otra parte, América Latina es también una región con abundantes fuentes de agua, pero en la que la ironía es que decenas de millones de personas carecen de acceso al agua potable, debido al cambio climático y a la explotación de las aguas subterráneas por las empresas mineras.

El problema es verdaderamente complejo.

Aunque las empresas extranjeras que se benefician de las actividades mineras deben, por supuesto, seguir el curso éticamente correcto en lo que respecta a la explotación del agua que priva a la población de agua potable, sería un tanto erróneo considerarlas las únicas responsables.

Hay problemas muy arraigados en la gestión del agua potable en la propia región, y no hay que olvidar que incluso ha habido dirigentes estatales en el pasado que se han pronunciado para justificar el uso explotador del agua por parte de empresas extranjeras.

La introducción de la tecnología de «desalinización» no resolverá al 100% su problema de vida o muerte de conseguir agua para sobrevivir.

Sin embargo, espero sinceramente que suponga un paso importante que permita alcanzar los ODS.

Sitios web de referencia:

‘Por qué la ciudad de Fukuoka, que vende agua de mar potable, tiene la planta desalinizadora de agua de mar más grande de Japón’

‘Los desafíos del agua en América Latina’

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